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Análisis de los mejores y peores activos de 2025: Lecciones para inversores

  • Foto del escritor: Dedun Partners
    Dedun Partners
  • 8 mar
  • 6 Min. de lectura

El año 2024 ha sido testigo de un cambio en el panorama de inversiones, con activos como Bitcoin, acciones de crecimiento y oro liderando la rentabilidad, mientras que la deuda pública de larga duración y el euro han sufrido. Este blog explora las razones detrás de estas tendencias y los riesgos asociados con las valoraciones actuales, destacando la importancia de los tipos de interés y las expectativas del mercado en la toma de decisiones de inversión.



Introducción: Un año de contrastes en los mercados financieros

El año 2024 ha sido un período de transición en los mercados financieros globales, marcado por cambios significativos en las políticas monetarias y un entorno geopolítico volátil. A medida que el telón cae sobre este año, es crucial analizar cuáles fueron los activos más rentables y cuáles enfrentaron desafíos, y más importante aún, comprender las razones detrás de estos movimientos.

Los ganadores: Bitcoin, acciones de crecimiento y oro brillan

Sin duda, Bitcoin, las acciones de crecimiento de EE. UU. y el oro han sido las estrellas del espectáculo en 2024. Veamos por qué:

1. Bitcoin: Un rally impresionante

Bitcoin, la criptomoneda más conocida, experimentó un impresionante repunte en 2024, con una revalorización de más del 100%. Esta subida se puede atribuir a varios factores. En primer lugar, la naturaleza de Bitcoin como activo de alta duración lo hace sensible a los cambios en los tipos de interés. A medida que los bancos centrales, tanto en la eurozona como en EE. UU., iniciaron un ciclo de reducción de tipos, Bitcoin se benefició de la expectativa de tipos de interés más bajos en el futuro. Además, la creciente adopción institucional y la facilidad de inversión a través de ETFs han ampliado la base de inversores de Bitcoin, aumentando la demanda.

2. Acciones de crecimiento de EE. UU.: Mirando al largo plazo

Las acciones de crecimiento estadounidenses, enfocadas en el potencial a largo plazo, también tuvieron un año excepcional, con un aumento del 33,1%. Al igual que Bitcoin, estas acciones se benefician de los tipos de interés bajos, ya que su valor se basa en flujos de efectivo futuros. A medida que los tipos de interés reales disminuyen, el valor presente de estos flujos de efectivo aumenta, haciendo que las acciones de crecimiento sean más atractivas. Además, la narrativa de crecimiento a largo plazo ha sido favorecida por la expectativa de una política fiscal expansiva bajo la administración de Donald Trump, lo que podría impulsar la innovación y el crecimiento económico.

3. Oro: Un refugio en tiempos de incertidumbre

El oro, un activo seguro tradicional, subió un 26,7% en 2024. Este metal precioso responde positivamente a los bajos tipos de interés reales, ya que su valor no genera rendimientos significativos. La creciente incertidumbre geopolítica y la compra de oro por parte de bancos centrales también han contribuido a su atractivo como activo de refugio. Los inversores buscan el oro como una cobertura contra la inflación y la volatilidad del mercado, especialmente en un entorno de tipos de interés bajos.

Los perdedores: Deuda pública de larga duración y el euro bajo presión

En contraste con los ganadores, la deuda pública de larga duración y el euro han sido los activos menos rentables en 2024.

1. Deuda pública de larga duración: Desconexión con la política monetaria

Los bonos del Tesoro de EE. UU. de larga duración, a pesar de la reducción de tipos de la Reserva Federal, se depreciaron en 2024. Esto se debe a que los tipos de interés a largo plazo en EE. UU. no han seguido la tendencia a la baja. De hecho, han aumentado, pasando del 3,91% a principios de año al 4,58% al cierre de 2024. La razón detrás de esto es la desconfianza del mercado en la capacidad de la Reserva Federal para controlar la inflación. Los inversores temen que las políticas de Donald Trump puedan ser inflacionarias, lo que llevaría a la Fed a aumentar las tasas en el futuro. Esta expectativa ha ejercido presión sobre los bonos de larga duración, causando su depreciación.

2. Euro: Luchando contra la depreciación

El euro ha sido otro activo que ha sufrido en 2024, depreciándose un 5,5% frente al dólar estadounidense. La agresiva reducción de tipos del Banco Central Europeo ha hecho que el euro sea menos atractivo en comparación con el dólar. Los tipos de interés más bajos en la eurozona han reducido la rentabilidad de los saldos en euros, lo que ha llevado a los inversores a buscar otras monedas más rentables. Además, la incertidumbre política y económica en Europa ha contribuido a la debilidad del euro.

Riesgos y lecciones para los inversores

El análisis de los mejores y peores activos de 2024 revela algunas lecciones importantes para los inversores:

  • Sensibilidad a los tipos de interés: Los activos de alta duración, como Bitcoin y las acciones de crecimiento, son altamente sensibles a los cambios en los tipos de interés. Los inversores deben monitorear las políticas monetarias y las expectativas del mercado para anticipar movimientos en estos activos.

  • Desconexión del mercado: La desconexión entre las expectativas de los inversores en renta variable y renta fija es notable. Los inversores en renta fija no creen que la Fed bajará los tipos tanto como se espera, mientras que los inversores en renta variable y Bitcoin sí lo hacen. Esta divergencia podría conducir a ajustes en el futuro, ya sea en forma de revalorización de bonos o correcciones en acciones y criptomonedas.

  • Riesgos geopolíticos y políticos: La incertidumbre geopolítica y las políticas gubernamentales pueden tener un impacto significativo en los mercados. Los inversores deben estar atentos a estos factores, especialmente en lo que respecta a la inflación y las políticas fiscales.

  • Diversificación: La diversificación sigue siendo clave. La distribución de inversiones en diferentes clases de activos puede ayudar a mitigar los riesgos. Por ejemplo, el oro ha demostrado ser un activo valioso para diversificar carteras en tiempos de incertidumbre.

En resumen, el año 2024 ha sido una montaña rusa para los inversores, con ganadores y perdedores claros. La comprensión de las dinámicas subyacentes, especialmente la relación entre los tipos de interés y las expectativas del mercado, es fundamental para navegar en este entorno cambiante.

El año 2024 ha sido un año de lecciones para los inversores, revelando la importancia de comprender las dinámicas del mercado y los riesgos asociados con diferentes clases de activos. La sensibilidad a los tipos de interés ha sido un factor clave en el rendimiento de los activos, con Bitcoin, las acciones de crecimiento y el oro beneficiándose de la expectativa de tipos de interés bajos y a largo plazo. La desconexión entre los mercados de renta variable y renta fija es un aspecto crucial que los inversores deben monitorear. La divergencia en las expectativas sobre la política monetaria futura puede conducir a ajustes significativos en los precios de los activos. Los inversores en renta fija parecen escépticos de que la Reserva Federal pueda mantener su política de reducción de tipos, especialmente si la inflación se mantiene alta. Por otro lado, los inversores en renta variable y Bitcoin están apostando por una reducción continua de los tipos, lo que podría llevar a una revisión de expectativas si la Fed cambia de rumbo. Esta situación plantea un dilema interesante para los inversores. Por un lado, los activos que han tenido un buen desempeño en 2024 podrían enfrentar correcciones si los tipos de interés no bajan tanto como se espera o si la Fed cambia su política. Por otro lado, los activos que han tenido un mal año, como los bonos de larga duración, podrían experimentar una recuperación si la Fed sigue reduciendo los tipos de interés y el mercado se ajusta a esta realidad. La diversificación sigue siendo una estrategia clave para navegar en este entorno incierto. El oro, por ejemplo, ha demostrado ser un activo valioso para diversificar carteras, ya que responde a diferentes factores, incluyendo la incertidumbre geopolítica y la inflación. Los inversores deben ser conscientes de los riesgos asociados con cada clase de activo y estar preparados para ajustar sus estrategias en función de los cambios en el panorama económico y político. En conclusión, el análisis de los mejores y peores activos de 2024 nos recuerda la importancia de la diligencia debida, la comprensión de las dinámicas del mercado y la gestión activa de las carteras de inversión. Los inversores deben mantenerse informados, monitorear las políticas monetarias y fiscales, y estar preparados para adaptarse a un entorno de mercado en constante evolución. La capacidad de identificar y gestionar los riesgos será crucial para el éxito de las inversiones en el futuro.

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